Varices: siete movimientos que hacer en el agua para reducirlas

Las varices son un problema común que afecta a muchas personas, causando incomodidad y cambios visibles en las piernas. Aunque no se pueden eliminar por completo solo con ejercicio, incorporar actividades específicas en el agua puede aliviar síntomas como la pesadez y el dolor, y mejorar la apariencia de las venas. El agua no solo reduce el impacto en las articulaciones, sino que también actúa como una presión natural que estimula la circulación sanguínea. ¿Quieres saber cómo estos movimientos pueden marcar la diferencia? Aquí te lo contamos.
Beneficios de la natación para las varices
La natación no solo es refrescante y relajante, sino que también desempeña un papel fundamental en el alivio de las varices y la mejora de la circulación. Este ejercicio acuático ofrece ventajas únicas que otros deportes no pueden igualar, especialmente para quienes buscan cuidar sus venas y aliviar molestias en las piernas.
Compresión natural del agua
El agua actúa de manera similar a una media de compresión natural. Cuando te sumerges en la piscina, la presión ejercida por el agua comprime las venas de tus piernas, ayudando a que la sangre regrese al corazón con mayor facilidad. Es como si el agua trabajara en equipo con tu sistema circulatorio, reduciendo el estancamiento del flujo sanguíneo que contribuye a las varices. Además, mientras nadas, el movimiento constante estimula el bombeo de los músculos, lo que intensifica el proceso de retorno venoso. Este efecto no solo alivia la pesadez en las piernas, sino que también puede prevenir el desarrollo de nuevas varices con el tiempo.
Ejercicio de bajo impacto
La natación destaca por ser un ejercicio de bajo impacto, ideal para quienes sufren de varices. ¿Por qué? Porque al estar en el agua, las articulaciones soportan menos peso, lo que reduce el riesgo de lesiones. Esto es especialmente útil para personas mayores o aquellas con problemas de movilidad. Además, la ausencia de impacto directo minimiza el estrés en las venas, permitiendo que te muevas libremente sin agravar el problema. A diferencia de correr o saltar, donde las piernas soportan impactos repetitivos, nadar ofrece un entorno suave y seguro para ejercitarse. Así que, si has estado buscando una actividad que combine efectividad y comodidad, este deporte es tu mejor opción.
La combinación de estos beneficios hace de la natación una herramienta esencial para quienes buscan prevenir y manejar los síntomas de las varices de forma natural y efectiva.
Movimientos en el agua para reducir las varices
Realizar ejercicios en el agua no es solo refrescante, sino que también es una excelente forma de cuidar nuestras piernas. Estos movimientos específicos aprovechan la resistencia natural del agua y la presión que esta ejerce para mejorar la circulación, aliviar la pesadez y fortalecer los músculos. A continuación, te contamos cómo ponerlos en práctica.
Cizalla de pecho
La cizalla de pecho es un ejercicio que beneficia directamente a los músculos de las piernas, especialmente los muslos y pantorrillas. Para realizarlo, comienza en posición de braseo, moviendo las piernas como si realizaras el paso de rana, pero con movimientos más controlados y dirigidos. Lo ideal es mantener el ritmo armonizado, evitando presionar las rodillas para prevenir lesiones. Este ejercicio no solo activa las piernas, sino que ayuda a movilizar la sangre acumulada.
Uso de aletas
Incluir aletas en tus rutinas acuáticas es un gran aliado para aumentar la resistencia del ejercicio. Al usar mini aletas, los músculos de tus piernas trabajan un poco más, intensificando sus efectos. El movimiento debe iniciarse desde las caderas, dejando que los pies perforen el agua de manera ligera, como si estuvieras creando pequeñas burbujas. Esto no solo fortalece los músculos, sino que evita la sobrecarga en las articulaciones de rodillas y tobillos.
Elevación de piernas
Este ejercicio es simple pero muy efectivo. Mientras flotas en el agua, lleva las rodillas hacia el pecho y luego extiende las piernas hacia arriba. Hazlo lentamente para sentir cómo los músculos de las piernas y el abdomen trabajan en conjunto. La resistencia natural del agua ayuda a tonificar mientras promueve un retorno venoso mejorado. Si quieres añadir un reto extra, puedes incluir un flotador detrás de tu cabeza para mantener el equilibrio y hacer más cómoda la posición.
Remo de pierna
El remo de pierna es especialmente útil para fortalecer la parte trasera de las piernas. Para hacerlo, párate en el agua con suficiente profundidad para que tus pies no toquen el piso. Lleva una pierna hacia atrás mientras flexionas ligeramente, y luego alterna con la otra pierna. Este movimiento ayuda a activar los músculos isquiotibiales y glúteos, al mismo tiempo que mejora la flexibilidad.
Ejercicio de talones a glúteos
Este movimiento se realiza de pie en el agua, alternando cada pie al acercar los talones a los glúteos en un suave pero continuo esfuerzo. Realiza varias repeticiones, subiendo gradualmente la intensidad. Este ejercicio es perfecto para fortalecer muslos, glúteos y abdominales, mientras da un descanso a las articulaciones gracias al soporte del agua.
Aquagym como alternativa
Si buscas algo más dinámico y variado, el aquagym es una excelente opción para reducir las varices. Este ejercicio, realizado en grupo o de forma individual, combina movimientos de grandes músculos en un entorno acuático, lo que mejora la circulación y fortalece todo el cuerpo. Las piscinas climatizadas hacen de esta actividad una opción viable durante todo el año, ideal para quienes desean prevenir molestias o aliviar síntomas relacionados con las varices.
Consejos adicionales para el cuidado de las varices
Cuidar las varices no solo implica realizar ejercicios específicos, sino también prestar atención a detalles diarios que pueden marcar una gran diferencia. Desde el uso adecuado de medias de compresión hasta mantener una hidratación óptima, estas prácticas complementan cualquier rutina acuática para mejorar la circulación y reducir molestias.
Uso de medias de compresión: sugerencias sobre el uso de medias de compresión durante y después de la natación
Las medias de compresión son como un abrazo constante para tus piernas. Estas prendas elásticas funcionan aplicando presión gradual, mayor en el tobillo y disminuyendo hacia arriba, lo que ayuda a que la sangre fluya de manera más eficiente hacia el corazón. Por eso, son ideales para aliviar molestias de quienes tienen varices o insuficiencia venosa.
Durante la natación, no es necesario usarlas, ya que el agua ejerce una presión similar. Sin embargo, es crucial colocarlas inmediatamente después de salir de la piscina. Este hábito ayuda a mantener el retorno venoso activo, aprovechando los beneficios obtenidos del ejercicio. Elige las medias según la recomendación médica y asegúrate de que estén bien ajustadas pero cómodas. Si las usas regularmente, notarás cómo disminuyen la sensación de pesadez y la hinchazón en las piernas.
Mantenerse hidratado: recordar la importancia de la hidratación en la salud vascular
La hidratación es un pilar invisible pero poderoso en la salud vascular. Al consumir suficiente agua diariamente, ayudas a mantener la sangre menos viscosa, lo que facilita su circulación. Piensa en tus venas como ríos que transportan vida; si no te hidratas, esos ríos se vuelven más lentos y congestionados.
Antes, durante y después de cualquier actividad física, incluida la natación, asegúrate de beber agua suficiente. Evita consumir bebidas azucaradas o alcohólicas que puedan provocar deshidratación. Mantener tu cuerpo hidratado no solo mejora la circulación, sino que también previene la retención de líquidos, otro factor que puede aumentar la presión en las venas y agravar los síntomas de varices. Tu cuerpo y tus piernas te lo agradecerán.