Video: Turista sufrió ataque inesperado de un caballo de la Guardia Real Británica
La fascinación de los turistas por fotografiarse junto a los emblemáticos guardias reales del Palacio de Buckingham en Londres a menudo los lleva a ignorar las claras advertencias sobre el peligro que conlleva acercarse demasiado a estos imponentes animales. Tal fue el caso de una turista china que aprendió de la peor manera que los caballos de la Guardia Real no son simples mascotas cuando fue brutalmente mordida en el brazo mientras intentaba capturar el momento perfecto para su recuerdo.
Desobedeció las advertencias
Los guardias reales y sus majestuosos corceles negros han sido durante mucho tiempo un foco de atracción para los visitantes de todo el mundo que buscan llevarse una fotografía memorable de su paso por el Reino Unido. Sin embargo, a pesar de los carteles que advierten claramente que «los caballos pueden patear o morder», muchos turistas parecen ignorar estas señales de precaución en su afán por capturar el momento. Tal fue el caso de esta turista china, quien se acercó imprudentemente al caballo de un guardia real con la intención de posar a su lado.
Tan pronto como la mujer se colocó junto al animal, este reaccionó de manera violenta, abalanzándose sobre ella y mordiéndole el brazo derecho con fuerza. El impacto del ataque fue tan intenso que el caballo llegó a arrastrar a la turista unos centímetros antes de que lograra soltarse. Los gritos de dolor y el susto de la mujer hicieron que la escena se tornara caótica, mientras que los demás turistas presentes no dudaron en capturar el incidente en video.
Tras el ataque, la turista se tambaleó unos pasos hasta llegar al grupo de compatriotas que la acompañaban. Sin embargo, el trauma sufrido fue demasiado para ella, y repentinamente se desvaneció, colapsando por completo en medio de la calle. Fueron sus propios compañeros quienes tuvieron que acudir en su auxilio, llevándola a recostarse junto a las vallas que rodean el Palacio de Buckingham para que pudiera recuperarse del susto.
La intervención de los Guardias
Mientras la mujer yacía inconsciente, uno de los guardias reales se acercó y le preguntó a los presentes si podían ir a buscar a un oficial de policía para asistirla. Sin embargo, en medio del alboroto, la mayoría de los turistas parecían más interesados en grabar la escena que en seguir las indicaciones del guardia.
Según medios británicos, la presencia de los guardias reales en sus tradicionales uniformes es una fuente de «intriga y fascinación» para los visitantes extranjeros, quienes se vuelven locos por tener la oportunidad de fotografiarse junto a ellos. Este grupo de soldados, que incluye a la Guardia Granadero, la Guardia Coldstream, la Guardia Escocesa, la Guardia Irlandesa y la Guardia Galesa, son un imán para los turistas que buscan llevarse un recuerdo único de su visita al Reino Unido.
Las reglas de los Guardias Reales
Los guardias reales tienen la misión de custodiar el exterior del Palacio de Buckingham y cuentan con estrictas instrucciones que les prohíben hablar con el público. Su única forma de interactuar con los visitantes es emitiendo gritos de advertencia cuando alguien se acerca demasiado o rompe las reglas. Incluso tienen permiso para utilizar sus bayonetas si una persona se torna violenta.
Estos soldados deben soportar todo tipo de condiciones climáticas, desde lluvias incesantes que hacen que sus pesadas túnicas de piel de oso se empapen, hasta las altas temperaturas que los exponen al riesgo de sufrir golpes de calor. Su dedicación y disciplina son fundamentales para mantener la imponente presencia de la Guardia Real en el Palacio de Buckingham.
El incidente con la turista china sirve como un recordatorio contundente de que, a pesar de la tentación de acercarse a estos emblemáticos animales, los visitantes deben respetar las normas y advertencias establecidas. Los caballos de la Guardia Real no son mascotas, sino animales entrenados para cumplir una función específica, y acercarse a ellos sin la debida precaución puede tener consecuencias desastrosas, como lo demostró el doloroso ataque sufrido por esta mujer.
La importancia de la seguridad
Este lamentable episodio pone de manifiesto la necesidad de que los turistas presten mayor atención a las señales de advertencia y sigan las instrucciones de las autoridades cuando visitan lugares como el Palacio de Buckingham. La seguridad debe ser la prioridad, especialmente cuando se trata de interactuar con animales que, a pesar de su apariencia imponente, pueden reaccionar de manera impredecible ante la cercanía de los visitantes.
Por su parte, este incidente también plantea interrogantes sobre la forma en que los guardias reales manejan situaciones de este tipo. Si bien su deber es mantener la disciplina y el orden, quizás sea necesario evaluar si existen mejores estrategias para prevenir y responder a este tipo de encuentros inesperados con los turistas, sin poner en riesgo la integridad de estos últimos.
Tourist FAINTS after being bitten by a Kings Guard’s Horse after she attempted to pose for a photo. pic.twitter.com/fXRGxdj867
— Oli London (@OliLondonTV) July 21, 2024
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