Síndrome del túnel carpiano: síntomas, causas, ¿cómo tratarlo?
El síndrome del túnel carpiano puede parecer una condición menor, pero afecta significativamente la calidad de vida cuando no se trata a tiempo. Reconocer los síntomas tempranos y mantener hábitos saludables es clave para prevenir complicaciones

El síndrome del túnel carpiano (STC) es una de las afecciones más comunes relacionadas con la salud de las manos y muñecas. Provoca molestias que pueden ir desde un leve hormigueo hasta un dolor incapacitante. Si alguna vez tus manos han sentido entumecimiento o debilidad, podría ser más que fatiga diaria. ¿Cómo identificarlo, evitarlo y tratarlo? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?
Es una condición causada por la compresión del nervio mediano, el cual recorre el brazo y pasa por un conducto estrecho en la muñeca llamado túnel carpiano. Este nervio es fundamental, ya que controla la sensibilidad y movimiento de los dedos, excepto el meñique.
Las personas que realizan movimientos repetitivos con las manos o que mantienen una postura incómoda por largos períodos son más propensas a desarrollar este problema. Pero no es exclusivo de quienes trabajan en una oficina; afecta también a quienes usan herramientas, practican ciertos deportes o incluso tocan instrumentos musicales.
Síntomas más comunes
Los síntomas no siempre aparecen de golpe. De hecho, comienzan gradualmente. Las señales más frecuentes incluyen:
- Entumecimiento y hormigueo en los dedos (especialmente pulgar, índice y medio).
- Dolor que puede extenderse desde la muñeca hacia el brazo.
- Sensación de debilidad en la mano, lo que dificulta sujetar objetos pequeños.
- Ardor o cosquilleo en la palma, especialmente durante la noche.
¿Notas que los síntomas empeoran cuando usas el móvil o escribes en el teclado? Esto podría ser una señal clara de alerta.
Principales causas del síndrome del túnel carpiano
Aunque suelen pensar que los movimientos repetitivos son la única causa, en realidad hay varios factores de riesgo:
- Uso excesivo: Actividades como escribir, coser o usar herramientas vibrantes pueden ejercer presión en el nervio mediano.
- Condiciones médicas: Enfermedades como la artritis reumatoide, la diabetes o el hipotiroidismo también pueden influir.
- Cambios hormonales: Durante el embarazo o la menopausia, algunas mujeres experimentan inflamación que puede afectar el túnel carpiano.
- Anatomía de la muñeca: Algunas personas nacen con túneles carpianos más estrechos, lo que las hace más propensas.
Otros factores como lesiones previas, obesidad y hasta el uso excesivo de dispositivos electrónicos también pueden jugar un papel importante.
Cómo tratar el síndrome del túnel carpiano
El tratamiento varía según la gravedad del caso. La buena noticia es que, en algunos casos, hacer pequeños ajustes en tu rutina diaria puede marcar la diferencia. Aquí están las opciones más comunes:
- Fisioterapia y ejercicios: Movimientos controlados, como estiramientos y masajes, pueden ayudar a disminuir la presión en el nervio.
- Férulas para la muñeca: Usarlas por la noche mantiene la muñeca en una posición neutra, aliviando molestias.
- Medicamentos: Los antiinflamatorios de venta libre o las inyecciones de corticosteroides pueden reducir la hinchazón.
- Descanso y pausas frecuentes: Si trabajas en tareas repetitivas, tómate descansos cada 20 minutos para estirar las muñecas.
- Cirugía: En casos graves, puede ser necesario liberar quirúrgicamente el nervio mediano. Es un procedimiento ambulatorio bastante efectivo con una tasa alta de recuperación.
Cómo prevenir el síndrome del túnel carpiano
Nada mejor que prevenir para evitar molestias futuras. Estos consejos simples pueden ayudarte a disminuir el riesgo:
- Mantén una postura correcta al trabajar. Evita inclinar demasiado las muñecas.
- Si trabajas en un escritorio, asegúrate de que tu teclado esté bien alineado con tus codos.
- Usa herramientas ergonómicas en tu espacio de trabajo y en casa.
- Haz pausas regulares y combina tus tareas para reducir movimientos repetitivos.
- Incluye ejercicios de estiramiento para mantener la movilidad y reducir la tensión.
Si sientes molestias persistentes, no lo dejes pasar. Consulta a un especialista que pueda orientarte y brindarte el tratamiento adecuado. Tus manos lo agradecerán.