El secreto para hacer el bizcocho perfecto

Al preparar un bizcocho siempre esperamos que el resultado final sea perfecto. No obstante, con frecuencia algo sale mal y terminamos con un pastel que no era lo que esperábamos.
Son muchas las cosas que pueden salir mal: el bizcocho puede romperse o desinflarse, puede crear una cúpula, o incluso puede quemarse o secarse. Por eso es conveniente saber todos los trucos para cocinar un pastel perfecto. Veamos juntos cuáles son.
Preparación
Lo primero es elegir recetas confiables. El sentido crítico nos ayudará a entender cuáles son los más equilibrados pero deliciosos. Una vez escogida la receta, sigue los pasos correctamente sin cambiarlos y sin cambiar los ingredientes. Por este motivo, es totalmente necesario preparar tanto las herramientas que se van a utilizar como los ingredientes con anticipación.
Los ingredientes líquidos deben usarse a temperatura ambiente y sacarlos de la nevera unos 40 minutos antes. Por el contrario, los ingredientes secos deben tamizarse con profundidad para evitar grumos molestos. Asimismo, se debe mezclar la levadura junto con las harinas para que se distribuyan uniformemente.
Con anticipación se debe untar la mantequilla a nuestro molde para pasteles y así estar preparados inmediatamente para hornear el pastel. Además, hay que encender el horno antes de la cocción real. De hecho, suele tardar entre 15 y 20 minutos en alcanzar la temperatura requerida.
Ten en cuenta que si preparamos el bizcocho para invitados lo mejor es probarlo con antelación para evitar situaciones desagradables.
Horneado
La cocción en el horno es un momento crucial para la preparación de nuestro pastel. Algo imprescindible es conocer tu horno y saber regular las temperaturas. Esto es esencial porque cada horno funciona de una forma ligeramente diferente y para el logro de un buen pastel es fundamental conocer todas las particularidades del nuestro. Normalmente lo mejor es colocar el pastel en el estante central y utilizar el horno en modo estático.
Por lo general, evitemos las temperaturas demasiado altas, ya que puede desinflar, agrietar, quemar y secar la torta. Asimismo, una temperatura demasiado alta, hace que el pastel se cocine rápidamente por fuera, mientras que el interior podría quedar duro. Ten presente que si aumentamos la masa la dejamos cocinar a menor temperatura y por más tiempo, pero si dividimos la masa en pequeñas partes hay que bajar los grados.
Una gran recomendación es no abrir el horno al menos en los primeros 20 minutos de cocción y dejar enfriar el pastel antes de servirlo. La prueba del palillo nos permite saber si nuestro bizcocho está listo.