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Salud

¿Por qué el efecto placebo funciona contra el dolor?

Seguramente has escuchado en algún momento el efecto placebo y cómo lo utilizan en algunos pacientes específicos; y sobre todo, cómo esto funciona.

¿Pero de qué se trata esto del placebo? El placebo es de cierta forma hacer creer al paciente que recibe medicación, sin que realmente la medicación tenga algún compuesto farmacológicamente activo. Incluso, estudios realizados en Harvard, indican que el efecto placebo podría surtir efecto en el tratamiento del dolor en ciertas enfermedades.

El dolor y el placebo

Todos tenemos una actitud personal ante el dolor. Algunas personas experimentan un gran sufrimiento tras un determinado estímulo (una picadura o un corte, por ejemplo); mientras que otras sólo se ven afectadas ligeramente en las mismas condiciones. Estas diferencias se deben a la participación activa del cerebro en el proceso que implica el dolor. Por ejemplo, la autosugestión negativa desencadena la activación de ciertas áreas del cerebro que imitan el dolor; esta señal puede empeorar el dolor físico real causado por un determinado trauma. Este efecto, conocido como el efecto nocebo, es responsable del dolor físico que experimentan algunos hipocondríacos; al convencerse de que tienen una enfermedad, experimentan un dolor real.

Por el contrario, a veces es posible reducir la sensación de dolor mediante la autosugestión positiva. Este efecto, conocido como el efecto placebo, se produce por la activación de otras áreas del cerebro (en la corteza prefrontal); estas áreas interfieren con las señales de dolor y reducen su impacto.

La importancia del efecto placebo está particularmente bien ilustrada en los estudios clínicos en los que se compara la eficacia de un fármaco con un control que no contiene ningún principio activo. ¡Hasta un tercio de las personas que ingieren un comprimido sin actividad farmacológica muestran una respuesta terapéutica similar a la provocada por el fármaco!. En otras palabras, la mera creencia de que una tableta contiene una droga que puede curar suele ser suficiente para un efecto terapéutico positivo.

El efecto placebo se produce incluso cuando los pacientes saben que no hay nada para curar la enfermedad.

Durante mucho tiempo se ha pensado que el efecto placebo sólo se observa cuando el paciente no es consciente de que la droga que se le administra no contiene ningún ingrediente activo. Sin embargo, los resultados obtenidos por los investigadores de la Universidad de Harvard sugieren que el efecto placebo puede producirse incluso cuando los pacientes son plenamente conscientes de la ausencia de la droga.

Los investigadores reclutaron a 80 personas con síndrome de intestino irritable (una condición caracterizada por dolor abdominal frecuente, así como otros síntomas como dolores de cabeza e irritabilidad, entre otros) y los separaron en dos grupos.

En el primer grupo, los pacientes fueron supervisados de cerca por un equipo médico, pero no recibieron ningún medicamento. En el otro grupo, los pacientes recibieron el mismo apoyo médico, pero además recibieron un placebo, que no contenía ingredientes activos. Este placebo fue presentado a los pacientes como una sustancia inerte, pero capaz de reducir los síntomas asociados con el síndrome de intestino irritable promoviendo la autocuración a través del pensamiento.

Por sorprendente que parezca, el 59% de los pacientes que recibieron el placebo dijeron que estaban en mejor forma después de un tratamiento de tres semanas en comparación con el 35% de los pacientes que no recibieron ninguna pastilla.

En la práctica, la respuesta al placebo es prácticamente equivalente a la que se observa en varios ensayos clínicos con fármacos comúnmente utilizados para aliviar el síndrome del intestino irritable!

Aliviar la sensación de dolor con una autosugestión positiva

No hace falta decir que este efecto placebo no puede aliviar el dolor asociado a todas las enfermedades y no se cura por sí solo. El efecto placebo es generalmente menos efectivo frente al intenso dolor asociado con el cáncer u otras enfermedades que resultan de un profundo daño al equilibrio de la homeostasis profunda. No obstante, estas observaciones indican que al atenuar las señales que intervienen en la sensación de dolor, la autosugestión positiva podría aliviar parte del dolor que se siente ante ciertas enfermedades crónicas; de esta forma puede desempeñar un papel beneficioso en el proceso de curación.

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Dany Fernandez