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Estilo de vida

Orgasmo: un sexólogo revela por qué gritamos cuando tenemos uno

El orgasmo es una experiencia única que combina lo físico, lo emocional y lo psicológico. Aunque se vive de forma distinta en cada persona, hay un elemento común que llama la atención: los sonidos, gemidos o incluso gritos que muchas personas emiten en ese momento de clímax. ¿Por qué ocurre esto? A continuación, desentrañamos las razones desde la perspectiva fisiológica, psicológica y cultural.

La fisiología del orgasmo

El cuerpo humano pasa por una serie de cambios físicos y químicos durante el orgasmo. Este clímax sexual no solo genera placer intenso, sino que también desencadena respuestas automáticas que pueden incluir vocalizaciones.

Cambios neurológicos y hormonales

Cuando alcanzamos un orgasmo, el cerebro libera una mezcla de hormonas, incluyendo la oxitocina, conocida como la «hormona del amor», y las endorfinas, que son encargadas de reducir la percepción del dolor y aumentar la sensación de bienestar. Este cóctel químico puede intensificar las reacciones emocionales y físicas, y, en muchas personas, los sonidos son una manifestación natural del placer que están experimentando.

Además, durante el clímax, la actividad de las áreas cerebrales asociadas con el control se reduce, lo que hace que las respuestas como gritos, gemidos o jadeos fluyan de manera involuntaria.

El papel del sistema nervioso

El sistema nervioso autónomo juega un papel crucial en el orgasmo. Este sistema controla las funciones involuntarias del cuerpo, como la respiración y los reflejos. Durante el orgasmo, este sistema libera tensiones acumuladas y desencadena respuestas físicas que pueden incluir contracciones musculares y cambios en el ritmo respiratorio. ¿El resultado? Gemidos y gritos espontáneos que a veces sorprenden incluso a la propia persona.

El porqué de los gritos y gemidos

Aunque la biología explica parte de estas vocalizaciones, también hay factores psicológicos y culturales que influyen en ellas.

Expresión de placer y conexión emocional

Los sonidos que se emiten durante el sexo no son solo una reacción fisiológica; también tienen un significado emocional y social. En el contexto de una relación de pareja, los gemidos pueden reforzar la intimidad, comunicando placer y aumentando la conexión afectiva. Es una forma de «decir» sin palabras: «Esto se siente increíble».

Los expertos sostienen que estas vocalizaciones también influyen en la autoestima de la pareja, ya que suelen interpretarse como una señal de satisfacción y disfrute mutuo.

orgasmo femenino
Foto: Freepik

Respuesta automática y cultural

Aunque los gemidos pueden parecer totalmente naturales, las normas culturales también desempeñan un papel importante. En algunas culturas o entornos, las personas son más abiertas a expresar su placer de manera libre, mientras que en otras los gemidos se modulan o incluso se reprimen debido a tabúes o estilos de crianza.

Además, el condicionamiento social a través de películas, series o pornografía puede crear expectativas sobre cómo «debería» sonar un orgasmo, influenciando tanto la forma como la intensidad de las vocalizaciones.

Perspectivas de un sexólogo

La ciencia detrás del orgasmo ofrece datos que nos ayudan a entender por qué gritamos, pero los expertos en sexualidad han profundizado aún más en este fenómeno.

Diversos estudios han investigado los sonidos durante el sexo y el orgasmo. Por ejemplo, se ha encontrado que la mayoría de las personas vocalizan más durante el clímax como una respuesta natural al placer experimentado. Además, investigaciones sugieren que, para algunas personas, el sonido es parte del proceso de liberación emocional.

Un informe reciente también reveló que ciertos patrones de gemidos, como su intensidad o frecuencia, pueden estar relacionados con factores individuales, como el nivel de confianza de la persona o su tendencia natural a expresar emociones.

Diferencias entre géneros

Curiosamente, las diferencias de género también influyen en cómo se experimenta y se manifiesta el placer sexual. Según algunos estudios, las mujeres tienden a vocalizar más que los hombres durante el clímax. Los sexólogos explican que esto podría deberse a factores hormonales, pero también a la presión cultural, que ha fomentado que las mujeres expresen el placer como una forma de aumentar la excitación de la pareja.

En el caso de los hombres, aunque suelen ser más silenciosos, también pueden emitir sonidos o jadeos, aunque a menudo con menor intensidad que las mujeres.

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Angélica Ramos

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