Cómo superar el miedo a engordar y mejorar tu relación con tu cuerpo
Aceptar tu cuerpo como es no significa rendirse, sino tratarte con el respeto que mereces

Sentir miedo a engordar es más común de lo que piensas, especialmente en una sociedad llena de estándares irreales de belleza. Este temor puede convertirse en una preocupación constante, afectando la autoestima y el bienestar emocional.
¿Cómo superar el miedo a engordar?
Comprende el origen de tus temores
El primer paso es reflexionar sobre por qué te sientes así. ¿Viene de lo que alguien dijo? ¿O de compararte con otras personas? Muchas veces, estos pensamientos provienen de influencias externas, como redes sociales o comentarios de familiares. Reconocer el motivo puede ayudarte a cuestionar estas ideas y entender que no siempre reflejan la realidad.
Cambia tu perspectiva sobre el peso
En lugar de ver el peso como un enemigo, piensa en él como una señal de salud y equilibrio. El número en la balanza no define tu valor como persona. Todos los cuerpos son distintos, y fluctuar de peso es normal. Recuerda, cuidar tu salud no significa obsesionarte con un número, sino encontrar hábitos que te hagan sentir bien.
Desafía los pensamientos negativos
Cuando surja el miedo de engordar, pregúntate si ese pensamiento es lógico o necesario. A menudo, esas ideas son distorsionadas y no tienen una base real. Hablar contigo mismo con compasión, como lo harías con un amigo, puede ayudarte a enfrentar esos momentos de ansiedad.
Enfócate en hábitos saludables, no en la restricción
En lugar de evitar ciertos alimentos o de contar calorías obsesivamente, busca opciones que nutran tu cuerpo y te den energía. Comer debería ser un placer, no un castigo. Escucha a tu cuerpo: él te dirá cuándo tiene hambre y cuándo está lleno. Practicar eso te ayudará a confiar más en ti mismo.
Reduce el tiempo en las redes sociales
Las redes están llenas de imágenes retocadas que muestran cuerpos que no siempre son reales. Exponerte constantemente a estos estándares puede aumentar tus inseguridades. Limita tu uso de plataformas que te hagan sentir mal contigo mismo y sigue cuentas que promuevan la aceptación corporal.
Busca apoyo emocional
Hablar con alguien de confianza o incluso con un terapeuta puede marcar una gran diferencia. Compartir tus sentimientos te permitirá sentirte menos solo y obtener nuevas perspectivas. No tienes que enfrentarlo todo por tu cuenta. Aceptar ayuda no es un signo de debilidad; es una muestra de amor propio.
Practica la gratitud hacia tu cuerpo
Tu cuerpo está contigo en todo momento, permitiéndote vivir, moverte y experimentar el mundo. En lugar de enfocarte en lo que te disgusta, celebra lo que funciona bien. Haz una lista de cosas por las que estés agradecido y repítelas cuando te sientas inseguro. La gratitud transforma tu enfoque por completo.
Rodéate de una mentalidad positiva
Si pasas tiempo con personas que constantemente critican su peso o el de otros, es más probable que adoptes esas actitudes. Busca círculos en los que te sientas aceptado y donde el cuerpo no sea tema de juicio. La buena energía es contagiosa.
Superar el miedo a engordar es un proceso que requiere paciencia y autocompasión. Aceptar tu cuerpo como es no significa rendirse, sino tratarte con el respeto que mereces. El peso no define quién eres ni cuánto vales. Cuando priorizas tu bienestar general, tanto físico como emocional, encontrarás paz y equilibrio.
