Mañanero o en la noche: ¿cuál es la mejor hora para tener relaciones sexuales?
No se trata de encajar en un horario perfecto, sino de disfrutar el momento con tu pareja

La hora ideal para tener relaciones sexuales ha sido tema de debate entre parejas, expertos en sexualidad y científicos. Aunque todo gira en torno a preferencias personales, estudios recientes arrojan pistas interesantes sobre cómo el momento del día puede afectar el placer, la intimidad y hasta la salud.
¿Por qué importa la hora?
El cuerpo humano trabaja con ritmos circadianos, los cuales controlan nuestras hormonas, energía y estados de ánimo a lo largo del día. La testosterona, el cortisol y otras sustancias relacionadas con el deseo sexual fluctúan según la hora, lo que podría influir en el desempeño y la satisfacción sexual. Pero, ¿qué hora es mejor: mañana o noche?
Beneficios del sexo por la mañana
El sexo por la mañana no solo es energizante; también se alinea con los picos naturales de hormonas. Según un estudio publicado por Lovehoney, los hombres tienden a preferir encuentros a las 7:30 de la mañana porque es cuando los niveles de testosterona están más altos. Además, procesos como la producción de oxitocina, conocida como «la hormona del amor», generan una mayor conexión emocional.
Hacer el amor al despertar puede incluso mejorar tu productividad y ánimo durante el día. Algunas investigaciones destacan que el sexo matutino podría reducir los niveles de estrés y fortalecer el sistema inmunológico. Además, un orgasmo temprano puede ser la mejor manera de empezar el día con buen humor.
Sin embargo, no todo es perfecto. Por la mañana, el cuerpo aún está despertando, y para quienes disfrutan de un estado completamente relajado, este momento puede sentirse apresurado.
¿Y el sexo nocturno?
Por otro lado, tener sexo en la noche es casi una norma para muchas parejas. Un estudio de 2017 sugiere que la mayoría de las parejas prefiere encuentros entre las 10:30 y las 11:30 de la noche. Este horario coincide con el fin del día, donde el romanticismo puede florecer después de compartir cenas o actividades relajantes.
Durante la noche, el cuerpo está más predispuesto a liberar melatonina. Aunque esta hormona desencadena el sueño, también favorece un estado de relajación ideal para la intimidad. Para muchas personas, este momento se siente más privado y adecuado para disfrutar sin limitaciones.
Sin embargo, hay desventajas. Después de un día largo, el cansancio puede interferir con el nivel de entusiasmo. Quienes tienen horarios intensos pueden encontrar que la noche no es el mejor momento para conectarse emocional o físicamente.
Factores que influyen en la elección
Aunque la ciencia ofrece pistas basadas en horarios hormonales y niveles de energía, elegir la hora ideal depende de múltiples factores, como:
- Preferencias personales: Algunas personas disfrutan del sol de la mañana, mientras que otras prefieren el misticismo nocturno.
- Estilo de vida: Horarios flexibles o estrictos podrían limitar tus opciones.
- Estado físico y mental: El estrés y el cansancio impactan el deseo sexual y la disposición.
- Pareja y conexión emocional: Encontrar un punto en común puede ser más importante que el momento exacto.
La clave está en escuchar a tu cuerpo y respetar tus necesidades y las de tu pareja.
¿Qué dicen los expertos?
Sexólogos coinciden en que no hay una respuesta universal para este debate. Lo importante es priorizar la calidad sobre la cantidad o la hora. Tener relaciones cuando ambos lo deseen —sin presión o reglas externas— es lo que realmente fortalece la intimidad en una relación.
Algunos estudios incluso sugieren que variar los horarios podría ser beneficioso. Probar tanto mañanas como noches puede añadir diversidad a la rutina sexual. La novedad y la espontaneidad son grandes motores de la pasión.