Lo que no sabías del poder anticancerígeno de las semillas de uvas

Si cuando comes uvas las abres para extraerles las pepitas o tratas de no tragártelas, va siendo hora que cambies este hábito. Y es que comer las semillas de uvas es una manera sencilla de obtener protección contra el cáncer.

La explicación de esto está en los agentes fitoquímicos presentes en las semillas y que detienen la formación de células tumorales. Desde hace unos años varios estudios farmacéuticos vienen ahondando en estas propiedades y en muchas otras contenidas en las semillas de uvas que, se sabe, son muy nutritivas y contienen vitaminas A, B, C.

Además, aportan un azúcar natural que no representa ningún riesgo para las personas con diabetes, síndrome metabólico o con problemas de insulina.

Poder contra el cáncer

Desde tiempos antiguos se conocen las propiedades medicinales y antioxidantes de las uvas para ayudar a perder peso de manera saludable, para inhibir las ganas de fumar, depurar la sangre y como preventivo del envejecimiento. Y en los últimos tiempos varios estudios confirman las propiedades anticancerígenas de sus semillas.

Así que no las deseches más. Ellas contienen altas cantidades de resveratrol, mucho más que otros alimentos y vegetales. Este compuesto es muy usado como tratamiento contra el cáncer.

Combustible y oxigenante especial

Otros trabajos médicos advierten que al comer las semillas de uvas rojas, verdes o de otro tipo, nuestro metabolismo las procesa como un combustible de clase especial. Esto porque oxigena las células y previene su muerte, lo que contribuye a la larga a combatir la generación de tumores.

Los expertos recomiendan comer todo tipo de uvas para retrasar el envejecimiento. Como contienen mucho hierro y gran cantidad de minerales elevan la capacidad del organismo para producir hemoglobina. También ayudan a desintoxicar el cuerpo  porque tienen propiedades laxantes y diuréticas.

Así debes comerlas

¿Y cómo es la mejor manera de comer las semillas de uvas para lograr sus beneficios protectores? Las recomendaciones son:

  • Todos los tipos de uvas y sus semillas son beneficiosas. No importa si son verdes, rojas o moradas. Tampoco si son grandes, medianas o pequeñas.
  • Puedes consumir el aceite de uvas o el extracto de las semillas.
  • O puedes comerlas directamente. Si escoges uvas es mejor que sean frescas y de origen orgánico, ya que de esta forma su acción anti cáncer es más elevada.

Ahora recuerda, la próxima vez que compres uvas no pierdas tiempo quitándole las semillas y aprovecha este maravilloso anticancerígeno natural, que además contiene propiedades que depuran y reconstituyen el organismo.

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