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Estilo de vida

Importancia del uso correcto de la seda dental

De emplearse correctamente y según las necesidades particulares, todos los tipos de seda dental son excelentes para eliminar la placa y los restos de alimentos.

Es difícil alcanzar la placa y los restos de comida que se acumulan debajo de las encías y entre los dientes solo con el cepillado. Según los dentistas, la manera más efectiva de hacerlo es utilizando la seda dental, que también ayuda a controlar el mal aliento.

Su uso correcto implica unos dientes y unas encías más sanas, pues la placa es la principal causa de caries y enfermedad periodontal.

Los expertos recomiendan usar la seda dental al menos una vez al día. Incluso emplearla dos o tres veces a la semana es mejor que no hacerlo nunca. Para ello, lo ideal es elegir un momento de la jornada en el que uno disponga de algunos minutos extra para dedicarlos al cuidado dental más en profundidad.

Tipos de seda dental

Ante la variedad de hilo dental que encuentras en el mercado podrías preguntarte cuál elegir. Para que elijas tu mejor alternativa te contamos sobre cuáles son las más comunes y por qué sobresale cada una:

Recubiertos de cera: facilitan el deslizamiento del hilo o seda entre los dientes y poseen una durabilidad y resistencia mayor.

Impregnados en flúor y menta: proporcionan una mayor acción de limpieza y frescura muy agradables.

No obstante, de emplearse correctamente y según las necesidades particulares, todos los tipos de seda dental son excelentes para eliminar la placa y los restos de alimentos.

Por último, no hay que olvidar que la limpieza con seda dental no debe ser dolorosa. Si es demasiado fuerte, se puede dañar la encía que hay entre los dientes, mientras que si es demasiado floja, quizás no elimine por completo las partículas de comida y la placa.

Es normal sentir cierta incomodidad al empezar a usar la seda dental, pero eso no debe ser óbice para desistir. Con el cepillado y la limpieza entre dientes a diario debería aliviarse esa incomodidad en el transcurso de una semana o dos. De no ser así, es conveniente consultar al dentista.

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Angie Molina