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Salud

¿Por qué es una mala idea orinar en la ducha?

Orinar en la ducha es un hábito muy común. Y aunque muchas personas son reacias a admitirlo o negarlo, otras admiten fácilmente que lo hacen, a veces incluso ensalzando las virtudes medioambientales de esta práctica, que puede parecer inocua a primera vista. Sin embargo, Alicia Jeffrey-Thomas, una doctora en fisioterapia que hace divulgación educativa en la red social TikTok en su tiempo libre, habló recientemente sobre las consecuencias para la salud de orinar en la ducha, especialmente para las mujeres. Y, en contra de lo que podría pensarse, no lo desaconseja por razones de higiene. Al fin y al cabo, la orina se evacua y se enjuaga inmediatamente. De hecho, la especialista apunta a razones fisiológicas y psicológicas.

Orinar en la ducha: una práctica poco fisiológica

Mientras que los hombres pueden orinar de pie sin ningún problema, no se puede decir lo mismo de las mujeres. De hecho, durante el aseo, la mujer adopta una postura de pie. Cuando orina en esta posición, que no es adecuada para su tracto genital, no puede vaciar la vejiga completamente. Esto significa que tiene que volver al baño poco después de ducharse, lo que es contraproducente. Si pensabas que estabas ahorrando tiempo y matando dos pájaros de un tiro, estás muy equivocada.

También puede condicionar mal nuestro cuerpo…

En su vídeo, la joven doctora también menciona el «reflejo de Pavlov». Se trata de una forma de condicionamiento en la que se produce una asociación entre los estímulos del entorno y las reacciones automáticas involuntarias y no innatas del organismo, adquiridas mediante el aprendizaje o el hábito. En pocas palabras, nuestro cerebro reacciona a un estímulo con un reflejo automático.

En concreto, el hecho de orinar regularmente en la ducha podría condicionar el cerebro para empujar al cuerpo a orinar sistemáticamente al escuchar el sonido de la lluvia, una fuente, una cascada o un grifo debido a la asociación entre el sonido del agua corriente y el acto de orinar. En caso de urgencia, el reflejo puede ser incluso incontrolable. Además, si hay problemas con el suelo pélvico o con la edad, también hay riesgo de pequeñas fugas.

Así que quizás deberías pensártelo dos veces antes de hacer tu recadito en la ducha…

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Dany Fernandez