¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Estilo de vida

¿Es verdad que se debe lavar el pollo? Te lo contamos

Lo ideal es que utilices una servilleta y un paño de cocina que solo esté destinado para esta tarea

UN HÁBITO DE MUCHOS HOGARES

En muchos hogares el hábito antes de cocinar el pollo es lavarlo con agua o limón, o bien las dos cosas a la vez. Muchas madres han recibido de las abuelas el consejo de que si no se lava la proteína no se puede consumir porque podría hacer un daño estomacal.

Sin embargo, lo cierto es que muchos estudios han demostrado que no es recomendable lavarlo, pues al hacerlo se podría generar la denominada «contaminación cruzada», ya que la bacteria que trae el pollo, llamada campylobacter, podría esparcirse por las áreas en las que se hace el lavado.

LO QUE SÍ SE DEBE HACER ES LIMPIAR EL POLLO

El portal Gastroenlaweb.com dice la que bacteria antes mencionada «es generadora de enfermedades entre ellas la gastroenteritis, que puede llevar a ocasionar varios problemas de salud en nuestro cuerpo. Esta bacteria, que se transmite al comer o tomar alimentos contaminados con la misma, puede ocasionar una variedad de síntomas como la diarrea, la fiebre, el dolor de estómago, las náuseas y el vomito». 

Por tal razón, es importante limpiar el pollo, que es un término diferente a lavar. Lo ideal es que utilices una servilleta y un paño de cocina que solo esté destinado para esta tarea y que luego lo desinfectes de inmediato sin manipular otros elementos con él.

EL PAÑO O LA SERVILLETA

Con el paño o la servilleta lo que vas a hacer es quitar la grasa que deseas desechar, los huesos que quieres cortar y todo aquella que tenga el pollo y que tú no desees consumir. Si tus manos entran en contacto con el pollo, lávalas inmediatamente no te toques la cara, y no toques otras cosas porque las vas a contaminar.

Ahora bien, si sientes que es estrictamente necesario lavar tu presa, entonces hazlo pero con mucho cuidado, despeja los alrededores y así evitas contaminar platos o utensilios. No lo laves bajo el chorro de agua porque eso por razones lógicas hará que haya salpicaduras, mejor echa agua en un recipiente y allí lo haces.

DESINFECTA LAS HERRAMIENTAS

Por último, desinfecta con cloro todo lo que hayas usado para limpiar o lavar el pollo, ya sea el paño, el recipiente, las tablas, o cualquier utensilio. Como mencionamos anteriormente, la idea es que puedas evitar que la bacteria que trae naturalmente esta proteína, se propague por otras partes de la casa.

Esa práctica de desinfección debes hacerla después de cada vez que limpies o laves pollo, sobre todo el paño y las tablas ya que estos pueden convertirse fácilmente en todo un reservorio de bacterias que de a poco te pueden ir contaminando a tí y a toda tu familia.

 

 

¿Le resultó útil este artículo?
Artículos Relacionados
Angie Molina