Estas son las enfermedades que empeoran con el sol
El sol aporta muchos beneficios, pero también puede ser perjudicial si no tomamos precauciones

La exposición al sol es fundamental para nuestra salud, pues estimula la producción de vitamina D y mejora el estado de ánimo. Sin embargo, en ciertas enfermedades, los rayos ultravioleta pueden convertirse en un enemigo potencial. Conocer estas condiciones es clave para prevenir complicaciones y proteger nuestra salud.
Enfermedades de la piel
La piel es el órgano que más contacto tiene con la radiación solar. En muchos casos, ciertas enfermedades cutáneas pueden agravarse con el sol, provocando molestias o exacerbando sus síntomas.
Psoriasis
Aunque se cree que los rayos UV mejoran esta condición en algunos casos, no siempre es así. La exposición prolongada al sol puede causar irritación y quemaduras que empeoran los brotes. Además, el uso inadecuado de protectores solares puede desencadenar reacciones adversas en pieles sensibles.
Lupus eritematoso sistémico
El lupus es una enfermedad autoinmune que a menudo empeora con los rayos solares. Las personas con lupus suelen experimentar fotosensibilidad, lo que significa que incluso una breve exposición puede causar erupciones cutáneas, lesiones e inflamación. En algunos casos, el sol puede desencadenar síntomas sistémicos más graves.
Eccema
El eccema o dermatitis atópica puede agravarse debido al calor y los rayos UV, especialmente cuando la piel ya está inflamada. La exposición al sol puede resecar aún más la piel, aumentar la picazón y dificultar la cicatrización.

Enfermedades autoinmunes
El sol también puede impactar negativamente en ciertas enfermedades que afectan a nuestro sistema inmunológico.
Artritis reumatoide
Aunque no afecta directamente la piel, las personas con artritis reumatoide deben tener cuidado con la exposición solar. Algunos medicamentos para esta condición pueden aumentar la sensibilidad a los rayos UV, haciendo que la piel sea más vulnerable a irritaciones y quemaduras.
Esclerodermia
En la esclerodermia, una enfermedad que endurece la piel y los tejidos, el sol puede empeorar los síntomas cutáneos y causar engrosamiento adicional de la piel. Además, la fotosensibilidad es común en quienes padecen esta condición, lo que aumenta el riesgo de daño solar.
Enfermedades oculares
La exposición prolongada al sol no solo afecta la piel, también puede dañar nuestros ojos. Los rayos UV son una amenaza silenciosa para la salud ocular, ya que pueden acelerar el desarrollo de ciertas enfermedades.
Cataratas
Estar bajo el sol durante largos periodos sin protección adecuada puede contribuir al desarrollo de cataratas. Esta condición genera opacidad en el cristalino, afectando gradualmente la visión. Usar gafas de sol con protección UV puede hacer una gran diferencia.
Degeneración macular
La exposición prolongada a la luz solar también está vinculada a la degeneración macular, una enfermedad que afecta la retina y puede causar pérdida de visión central. Este daño es acumulativo, lo que significa que cada minuto bajo el sol sin protección cuenta.
Prevención y cuidados
Si padeces alguna de estas enfermedades, no significa que debas evitar el sol por completo. La clave está en protegerte adecuadamente.
Uso de protector solar
El uso de un protector solar de amplio espectro es indispensable para proteger la piel. Asegúrate de elegir un producto con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, reaplicándolo cada dos horas o después de sudar o nadar.
Ropa protectora y sombra
Opta por ropa de tejidos ligeros pero cubridores. Un sombrero de ala ancha y gafas de sol con protección UV también son esenciales. Siempre que puedas, busca sombra para minimizar la exposición directa al sol, especialmente durante las horas pico (10 a.m. a 4 p.m.).