Consejos para mantener la concentración en el estudio
Una de las mayores preocupaciones de todo estudiante, sobre todo cuando estudiamos en la vida adulta, es el poco tiempo que tenemos y cómo combatir la desconcentración.

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Una de las mayores preocupaciones de todo estudiante, sobre todo cuando estudiamos en la vida adulta, es el poco tiempo que tenemos para el estudio y cómo combatir la desconcentración. Todos queremos que, cuando nos pongamos a estudiar, se logre la concentración, por eso, cualquier consejo que nos ayude a mejorarla, es siempre bienvenido.
En realidad, no hay grandes trucos, se trata, sobre todo, de ser muy metódico en la planificación del estudio, de aplicar unas buenas técnicas de estudio y de alejar los elementos y pensamientos que vengan a distraernos en el tiempo de estudio.
Saca fuera lo que te ronda por la cabeza
Si estos pensamientos son muy recurrentes puedes hacer una lista para “sacarlos” de tu mente, seguro que te ayudará.
Cambia el foco de atención en el estudio
Para liberar la mente de esos pensamientos puedes hacer alguna actividad que te obligue a pensar en otra cosa antes de ponerte a estudiar, haz algo que sea agradable como dar un paseo, escuchar música un rato o bailar. Así tu concentración para estudiar incrementará.
Busca un momento para relajar cuerpo y mente
Si aún así no consigues desconectar de esos pensamientos, prueba a practicar todos los días técnicas de relajación, yoga o simplemente a estirarte y respirar, te ayudarán a concentrarte mejor ya que reducirás la fatiga mental, el estrés y la ansiedad.
Aleja los distractores
Desconecta tu móvil. Si tú no respetas tu tiempo de estudio no esperes que los demás lo hagan. Cuando acabes tu sesión de estudio, contesta a todas las llamadas o whatsapp recibidos e indica que estabas estudiando.
Poco a poco tu círculo cercano se acostumbrará a no llamarte en esos momentos. Si es necesario guarda un tiempo en tu planificación para la gestión del móvil, pero hazlo solo en los tiempos planificados.
Alterna los contenidos
Intercala el estudio de temas de diferente dificultad, así conseguirás activar la atención. Por ejemplo intercala el estudio de temas de legislación con temas propios de tu especialidad, así cuando la atención disminuya, tras un descanso conseguiremos activarla de nuevo cambiando de actividad.