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Estilo de vida

Consejos para comensales quisquillosos

Sirve las comidas y los tentempiés aproximadamente a la misma hora todos los días.

RESPETA EL APETITO DE TU HIJO (O LA FALTA DE ESTE)

Si tu hijo no tiene hambre, no lo fuerces a comer o a tomar un refrigerio. Del mismo modo, no lo sobornes ni obligues a comer determinados alimentos, ni a limpiar el plato. Esto solo podría desencadenar, o reforzar, una lucha de poder por la comida.

Además, puede que tu hijo llegue a asociar la hora de la comida con la ansiedad y la frustración, o que se vuelva menos sensible a sus propias señales de hambre y saciedad.

RESPETA LA RUTINA

Sirve las comidas y los tentempiés aproximadamente a la misma hora todos los días. Si tu hijo no quiere comer un alimento, un horario de tentempiés regular ofrecerá una oportunidad de consumir alimentos nutritivos. Puedes ofrecerle leche o un jugo puro con la comida, pero dale agua entre las comidas y los tentempiés.

«Si permites que tu hijo consuma jugos, leche o tentempiés durante el día, es probable que disminuyan su apetito para las comidas», sugiere Mayo Clinic, que es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

TEN PACIENCIA CON LOS ALIMENTOS NUEVOS

Es común que los niños pequeños toquen o huelan los alimentos nuevos, e incluso que se pongan un pedacito en la boca y luego lo escupan. Es posible que tu hijo deba ver varias veces un alimento nuevo antes de probarlo por primera vez.

Para alentarlo, háblale del color, la forma, el aroma y la textura del alimento, no sobre si es sabroso. Sirve los alimentos nuevos con las comidas favoritas de tu hijo. Sigue ofreciéndole opciones saludables hasta que las conozca y las prefiera.

NO SEAS UN COCINERO DE MINUTAS

Prepararle una comida separada a tu hijo después de que rechazó la comida original puede hacer que se vuelva mañoso. Alienta a tu hijo a permanecer en la mesa durante la hora establecida para comer, incluso si no come.

Asimismo, intenta ser algo entretenido: sirve brócoli y otros vegetales con una salsa o un aderezo favorito. Corta los alimentos en distintas formas con moldes para galletas dulces. Ofrece alimentos del desayuno para la cena. Sirve diversos alimentos de colores brillantes.

PÍDELE A TU HIJO QUE TE AYUDE Y DISMINUYE AL MÍNIMO LAS DISTRACCIONES

En la tienda de comestibles, pídele a tu hijo que te ayude a elegir las frutas, los vegetales y otros alimentos saludables. No compres nada que no quieras que tu hijo coma. En casa, alienta a tu hijo a que te ayude a lavar los vegetales, revolver la mezcla o poner la mesa.

«Durante las comidas, apaga el televisor y otros dispositivos electrónicos. Esto permitirá que tu hijo se concentre en la comida. Ten presente que las publicidades de la televisión también pueden instar a tu hijo a querer comer alimentos con azúcar y menos nutritivos», señala Mayo Clinic.

NO OFREZCAS POSTRE COMO RECOMPENSA

Retener el postre envía el mensaje de que el postre es el mejor alimento, lo que es posible que únicamente aumente el deseo de tu hijo por los dulces.

Puedes seleccionar una o dos noches a la semana como «noches de postre» y omitir el postre el resto de la semana o redefinirlo como fruta, yogurt u otras opciones saludables.

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Angie Molina