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Estilo de vida

¡Lo afirman los psicólogos! Si te gusta este color, seguramente tienes trastornos mentales

Los colores son mucho más que simples elecciones estéticas. En muchos casos, pueden reflejar el complejo mundo interno

¿Qué se esconde detrás de nuestras elecciones de color? ¿Es posible que nuestras preferencias visuales estén conectadas con nuestra salud mental? La respuesta podría sorprenderte. Según investigaciones recientes, hay una relación entre los colores que seleccionamos y los trastornos mentales.

Los colores y la mente: un vínculo esencial

Los colores no solo son cuestión de estética. Se ha comprobado que tienen un impacto psicológico significativo. Por ejemplo, el azul es conocido por inducir calma, mientras que el rojo puede aumentar la energía y la pasión. Pero ¿qué sucede cuando alguien enfrenta un trastorno mental? Los estudios indican que los colores preferidos pueden ser un reflejo de sus estados internos. Por eso, entender estas asociaciones podría ser útil no solo para comprender mejor a las personas, sino también para ofrecerles ambientes que las apoyen emocionalmente.

Estos son los colores que prefieren las personas con trastornos mentales

La depresión y los tonos apagados

En el caso de quienes enfrentan depresión, los colores oscuros como el negro, el gris y el azul oscuro suelen predominar entre sus elecciones. Estos tonos son frecuentemente descritos como calmantes, pero también pueden representar el estado emocional comprimido de quienes viven con esta condición. Sin embargo, algunos prefieren tonos más suaves, como el azul claro o el verde menta, buscando lo que consideran un respiro emocional en medio de la angustia.

Los especialistas sugieren que emplear colores más cálidos podría ayudar a levantar el estado de ánimo de estas personas. Por ejemplo, una pared pintada en tonos pastel como amarillo suave puede contrarrestar la pesadez visual de los tonos oscuros.

Ansiedad: colores vibrantes y contrastantes

La ansiedad es conocida por su relación con colores más intensos y estimulantes. Aquí encontramos preferencia por el naranja, el amarillo y ciertos tonos de rojo. Los psicólogos explican que estos colores pueden reflejar los altos niveles de energía nerviosa que suelen caracterizar a este trastorno.

Por otro lado, estas personas también se inclinan a usar colores como el azul claro, morado suave o verde esmeralda, buscando una sensación de tranquilidad. Esto crea un interesante contraste en sus elecciones, que parecen variar entre lo altamente energético y lo serenamente calmado.

Azul: el color más común entre varios trastornos

El azul, en sus diferentes tonalidades, destaca como un color predominante entre personas con trastornos mentales. Esto incluye a quienes tienen trastorno bipolar o esquizofrenia. Los estudios han encontrado que al menos un 38% de los pacientes afectados por estas condiciones mencionaron el azul como su preferido.

Psicólogos creen que el azul representa un deseo de estabilidad y orden en medio del caos emocional interno. Además, es un color asociado a la profundidad y meditación, lo que podría explicar su popularidad entre quienes buscan paz interna.

Rojo y negro en trastornos de personalidad

En el caso de algunos trastornos de la personalidad, como el conocido trastorno límite de la personalidad, suelen surgir preferencias por colores extremos como el rojo y el negro. Estos tonos podrían reflejar impulsividad, intensidad emocional y los picos dramáticos que llegan con la condición.

El negro, en particular, tiende a ser asociado con la introversión o incluso con un sentimiento de separación del mundo exterior. Psicólogos coinciden en que diseños que incluyan detalles cálidos y acogedores pueden ayudar a contrarrestar los extremos emocionales reflejados en estas preferencias.

¿Por qué estas elecciones son importantes?

Entender qué colores buscan las personas con trastornos mentales puede abrir puertas hacia terapias más efectivas. Por ejemplo, la terapia de color ya es utilizada en algunos contextos clínicos. Aquí, ciertas combinaciones de colores se aplican en espacios como paredes, ropa o iluminación para influir positivamente en el estado de ánimo de los pacientes.

Además, al saber qué colores prefieren, podemos ayudar más fácilmente a crear entornos que generen confianza y seguridad. Un salón decorado en tonos suaves y equilibrados podría ser más reconfortante para alguien con ansiedad que uno cargado de colores intensos y contrastantes.

Aunque cada persona es única y no todos responden igual, prestar atención a los colores puede ser una herramienta poderosa para la comprensión y el apoyo emocional. Así que, la próxima vez que veas a alguien con una fuerte inclinación por un color en particular, podrías estar viendo más allá de una simple preferencia: podrías estar viendo un reflejo de su mente.

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MaBe Doval

Mabe Doval es una reconocida comunicadora social con una pasión innata por la lectura y el estilo de vida. Nació el 15 de abril de 1985 en la ciudad de Santiago, Chile, y desde muy joven mostró un amor por las palabras y la influencia que pueden tener en la sociedad.

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