3 posiciones para practicar sexo oral
El sexo oral, más allá de ser una práctica erótica, puede fortalecer el vínculo emocional entre tú y tu pareja. Experimentar con nuevas posiciones no se trata solo de cambiar la rutina, sino de descubrir otras formas de disfrutar y conectar.

El sexo oral puede ser una forma emocionante y placentera de conectarse con tu pareja. Explorar nuevas posiciones no solo fomenta la intimidad, sino que también puede intensificar la experiencia para ambos. ¿Estás buscando maneras de hacerlo más interesante? Aquí tienes tres opciones diferentes que puedes probar para llevar el placer a un nuevo nivel.
Arodillarse: clásico y efectivo
Cuando se trata de practicar sexo oral, estar de pie mientras la otra persona está arrodillada es una de las posiciones más prácticas y populares. La persona de pie tiene el control de la intensidad y el ritmo, mientras que quien se arrodilla puede concentrarse plenamente en su pareja. Para que sea más cómodo, puedes usar un cojín o una superficie acolchada. Aunque sea una postura común, sigue siendo increíblemente efectiva, especialmente porque permite un contacto visual íntimo que puede aumentar la excitación.
Esta posición también es adaptable: si ambos desean variar la experiencia, se puede jugar con diferentes ángulos o alturas. Por ejemplo, usar una silla o un banco pequeño para añadir un cambio sutil en la dinámica.
Acostados: comodidad ante todo
Una de las formas más relajantes de disfrutar del sexo oral es acostarse. Esta posición favorece la comodidad para ambas partes y permite concentrarse en las sensaciones sin distracciones. El que recibe puede recostarse boca arriba, mientras que quien da se posiciona cómodamente entre las piernas de su pareja.
Lo bueno de estar en esta posición es la facilidad para añadir caricias a otras partes del cuerpo. Estas pueden incluir las piernas, el abdomen o incluso el pecho, creando una experiencia sensorial más completa. Además, esta postura es ideal para prolongar el placer porque minimiza el esfuerzo físico.
Si deseas ir un poco más allá, una ligera elevación de las caderas con cojines puede cambiar la perspectiva y añadir más profundidad al momento.
Sentarse sobre la cara: audacia y control
Otra opción emocionante es que una persona se siente sobre la cara de su pareja. Esto permite una experiencia diferente donde quien recibe tiene el control del ritmo variable. Al cambiar las posiciones habituales, esta postura puede resultar especialmente estimulante, tanto física como emocionalmente.
Aunque esta posición puede requerir un poco de práctica, con comunicación abierta puede ser sumamente placentera. Quien esté abajo tiene un acceso directo a las zonas más íntimas, mientras que quien está arriba puede experimentar una sensación de control única. El secreto está en encontrar el ángulo y la presión adecuados que sean cómodos y placenteros para ambos.
Para mayor estabilidad, practicarla en una cama o superficie firme es lo más recomendable.
Estar dispuesto a explorar demuestra confianza y deseo por seguir construyendo experiencias juntas. Así que, ¿por qué no encender la chispa con alguna de estas posiciones esta misma noche?