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Estilo de vida

El cepillo de fregar es mejor para lavar los platos: más higiénico que la esponja

la proliferación de bacterias es mucho más alta en las esponjas, ya que siempre quedan húmedas y es extraño que no queden restos de comida en su interior.

¿Son mejores las esponjas o los cepillos de fregar para lavar platos? Desde el punto de vista de la seguridad de la limpieza, un cepillo es definitivamente la mejor opción, ya que este tipo de herramienta se seca mucho más rápido, el crecimiento de bacterias es mucho más difícil y las celdas no permiten que se almacenen durante mucho tiempo.

De hecho, la proliferación de bacterias es mucho más alta en las esponjas, ya que siempre quedan húmedas y es extraño que no queden restos de comida en su interior. Un estudio reciente publicado en el International Journal of Food Microbiology por un equipo de investigadores del Instituto Noruego de Investigación sobre Alimentación, Pesca y Acuicultura y de la Universidad Católica de Portugal se encargaron de investigar la seguridad microbiológica de las esponjas, cepillos y paños para lavar los platos a mano, en el cual los resultados definieron que los cepillos serán siempre la mejor opción. Veamos los detalles:

El estudio del que hicieron parte casi 10 mil consumidores de 10 países europeos pudo determinar que, excluyendo al lavavajillas al ser un método de lavado que no requiere del uso de las manos, las esponjas serían el método más usado por todos con un 36% de los votos, seguido de los cepillos con un 14% y por últimos los paños con un 8% de uso. Sin embargo, la elección ha variado dependiendo de la región. por ejemplo, en Portugal las esponjas son usadas seis veces más que los cepillos, mientras que en Noruega los cepillos son mucho más populares.

Estudio

Según los encargados del estudio, la mejor práctica de todas es el uso de los cepillos por toda la seguridad microbiológica que ofrecen. Con el uso de esta herramienta, de hecho, se encontró el menor índice bacterias registrado hasta la fecha, las cuales no sobreviven demasiado tiempo sobre las celdas de los cepillos. Cosa que no es igual en el caso de las esponjas, las cuales son propensas a permitir el crecimiento de microorganismos y cuyo número se mantiene incluso durante días si la esponja se mantiene húmeda.

Aunque no lo creas, esta diferencia depende en su mayoría de la cantidad de agua que absorbe la herramienta. Los cepillos, como es obvio, no requieren de una absorción de líquidos y se secan con mucha facilidad, lo cual reduce muy bien la proliferación microbiana. Para el caso de las esponjas, estas absorben mucha agua y tardan demasiado en secarse por completo, haciendo que los microorganismos se pueden trasladar hacia nuestras manos con mucha más facilidad en s próximo uso.

Con el fin de reducir los riesgos que puede tener la proliferación bacteriana, es mejor limpiar cada día los cepillos y las esponjas. Según los encargados de la investigación, los métodos de limpieza más eficaces para retirar los microorganismos son los blanqueadores, el jabón para lavar vajillas y el agua hervida. Un detalle a tener en cuenta es que se debe estar seguro de que no hay restos de comida en las herramientas, ya que los alimentos harán que la proliferación bacteriana comience rápidamente de nuevo, aunque se haya hecho la limpieza.

Pasos a seguir

Teniendo en cuenta estas recomendaciones, los investigadores han hecho una pequeña lista de pasos a seguir sobre el uso recomendado de los utensilios para lavar platos a mano:

  1. Elije los cepillos antes que a las esponjas: teniendo en cuenta todas las ventajas de las que ya hemos hablado hasta el momento, el uso de cepillos deber ser el principal cambio a partir de ahora: son mucho más prácticos, secan con mucha más rapidez, reducen el riesgo de proliferación bacteriana y están equipados con un mango, haciendo que las manos no entren en contacto directo con la parte que pueda estar más contaminada.
  2. También puedes usar toallas de papel o paños desechables cuando haya riesgo de tratar con zonas que tengan alto riesgo microbiológico o humedad excesiva que provenga de alimentos.
  3. Por último, si seguirás usando esponjas o cepillos, límpialas con frecuencia y trata de mantenerlas al sol para que se sequen antes del siguiente uso y evitar la contaminación cruzada.
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Angie Molina